Cuando se despide a un trabajador, hay que abonar un monto por indemnización según la naturaleza de la irrupción del contrato laboral. Si el despido es injustificado, el empleador deberá pagarle los días de salario, los pagos extraordinarios y las vacaciones de acuerdo a los años, o meses, que el trabajador mantuvo relaciones con la empresa.
Aunque, si es un despido justificado, la indemnización no procede. Estos elementos son claves, ya que se presentarán casos donde tendrás que calcular el despido de un trabajador.
¿Quieres aprender a hacerlo? En la siguiente publicación explicamos los aspectos esenciales y aristas sobre cómo calcular el despido de un trabajo, ya sea justificado o injustificado.
Qué tener en cuenta al calcular el despido de un trabajador
Lo primero que debes saber para calcular la indemnización de un trabajador al despedirlo son los datos relevantes. Si no sabes qué vas a calcular, cometerás errores en el proceso. Anota estas variables para que el proceso sea más sencillo.
- Salario. Salario del bruto del trabajador. Incluye sueldo mensual, pagos extraordinarios, vacaciones no disfrutadas y otros ingresos tomados en cuenta para el cálculo del despido.
- Años de antigüedad. El tiempo que la persona permaneció trabajando para la empresa. Inicia desde el día que se firmó el contrato hasta el momento del despido.
- Calificación del despido. Normalmente se clasifica en dos: procedente e improcedente. Se dice que es procedente, o despido justificable, cuando los motivos responden al comportamiento del trabajador, como faltas indisciplinarías repetitivas, violencia física en el lugar de trabajo o trato des igualitario con sus compañeros. En cambio, se dice que es improcedente cuando la empresa toma la decisión de manera unilateral respondiendo a causas personales, como una reducción de la nómina laboral.
Adicionalmente, resulta imperativo conocer la diferencia entre finiquito e indemnización. Muchas veces se confunden y se toman como sinónimos, cuando no es así. Lo único que tienen en común es que el trabajador rompe las relaciones con la empresa.
El finiquito es un abono obligatorio independientemente del motivo cuando el contrato se rompe antes de que expire. Por ejemplo, si se termina un contrato faltando un año, la empresa tendrá que pagar ese periodo faltante.
La indemnización, en cambio, es una compensación por despido donde hay que analizar las circunstancias. Por ejemplo, si la empresa despide al trabajador unilateralmente, deberá pagar la indemnización, pero si el trabajador se va voluntariamente, no procede.
En cuanto al periodo de tiempo para la indemnización, hay que leer lo que establece la ley. Hubo una reforma en el año 2012 y los días para el cálculo varían según la antigüedad del contrato.
Antes de la reforma, o lo mismo que contratos anteriores al 12 de febrero de 2012, cuando el despido sea injustificado, el trabajador tiene derecho a cobrar 45 días por cada año trabajado con un tope de 12 mensualidades.
Después de la reforma, para despidos improcedentes, el empleado tiene derecho a cobrar 33 días por cada año trabajado con un tope de 12 mensualidades. En despidos objetivos, el trabajador tendrá derecho a cobrar 20 días por cada año trabajado con tope de 12 mensualidades
Cómo calcular el despido del trabajador
La verdad es que si tienes el salario, los años de antigüedad –o días trabajados– desde que se formalizó el contrato y la naturaleza del despido –justificado o injustificado–, no tendrás problemas.
Hay una fórmula sencilla que ni siquiera necesita Excel o una calculadora de fracciones. Es la siguiente:
Despido del trabajador= Salario x antigüedad x indemnización según el tipo del despido.
Ese sería la fórmula base. Pero, para hacerlo más fácil, puedes transfórmalo en días. La fórmula cambiaría a:
Despido del trabajador= salario por día x días de antigüedad x días de indemnización según el tipo del despido.