Cuando se trata de empleos, la situación de los trabajadores nunca es segura. Las crisis, despidos, paros y por supuesto, la COVID 19 manifiestan la inestabilidad a la que se enfrenta el empleado promedio.
Tales vaivenes en la disposición de vacantes han llevado a nuevas formas de contrato del personal. Los indefinidos no fijos son una de ellas. Solo leyendo el presente post comprenderás la importancia de profundizar en este tipo de contratación que ha trastocado muchas vidas. Quizás en un futuro este sea tu caso.
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¿Qué es un indefinido no fijo?
Un indefinido no fijo es un contrato de trabajo en el cual se pacta entre empleador y empleado. El resultado es que el trabajador laborará en una institución sin ocupar plaza fija y durante un tiempo indefinido. Se mantiene ese estatus hasta que alguna de ambas partes decida poner fin al contrato.
O sea, si te encuentras en esta modalidad, podrás trabajar para una entidad a cambio de un salario. Sin embargo, no formarás parte de la plantilla oficial. Estarás en un punto intermedio entre un trabajador fijo y uno temporal.
Este tipo de contrato surge a raíz de las irregularidades producidas por la Administración Pública en los contratos temporales. Ello llevó a que se realizaran debates en el ámbito jurídico. Giraron en torno a la designación o no de los trabajadores de esta modalidad como empleados fijos.
Las leyes que regulan los contratos varían de acuerdo a cada país. Así pueden existir lugares en los cuales esa condición solo se adquiera por dictamen judicial.
Si estás considerando dicha opción, te recomendamos que te informes sobre las leyes de tu país. Más aún teniendo en cuenta que tal clase de contrato suele sufrir modificaciones a menudo. Son varias las circunstancias que pueden hacerte caer en dentro de esa categoría:
- contratos temporales irregulares
- continuación de un contrato luego de su fecha de culminación
- trabajadores provisionales por vacante que llevan laborando un tiempo injustificadamente extenso, entre otras.
El hecho de que te identifiques con alguna de ellas no quiere decir que se te contratará en dicha modalidad. Estas situaciones pueden tener un sinnúmero de particularidades que impidan la calificación del trabajador como indefinido no fijo.
Tipología de indefinidos no fijos
Hay varias especificidades de las que depende la distinción. Una de las principales es el modo en que llegaron a esa condición. Por otra parte, la categoría de indefinido no fijo se fracciona aún más. De esta forma puede clasificarse en:
- Indefinido no fijo ab origine: profesores de religión católica
- Indefinido no fijo sobrevenido
- resultado de casos de contratos temporales ilegales
- cesión ilegal
- contratos temporales legales extendidos
- ocupantes transitorios de plazas debido a vacantes, en caso de que lleven un tiempo inusualmente extenso.
- Indefinido no fijo asignado a un puesto de autoridad
- Indefinidos ordinarios o subrogados: Trabajadores afectados por las reestructuraciones laborales. Está relacionada de forma especial con la Administración Pública.
Beneficios de los indefinidos no fijos
Los indefinidos no fijos tienen características diferentes a los contratos fijos y a los temporales. Ofrecen beneficios tanto para los empleados como para las empresas que los contratan. A continuación puedes ver los más importantes:
¿Beneficios para los empleados?
De seguro te preguntarás si, en caso de trabajar con un contrato de este tipo, contarás con ciertos beneficios laborales. Y la respuesta es afirmativa.
Es cierto que los empleados que laboran bajo este régimen no disfrutan de todos los beneficios propios de los contratados fijos. Por otra parte, tienen cierta ventaja con respecto a otros.
No obstante, su situación jurídica no está del todo definida. A la vez, sus beneficios pueden verse mermados en función de razones consideradas de fuerza mayor.
Una de las ventajas con las que cuentan los así contratados es no necesitar certificación ni elevados requisitos para aplicar. Basta que posean la mínima capacidad necesaria para desempeñarse en el puesto.
En caso de que te despidan, la empresa debe pagarte una indemnización. No ocurre así si eres tú quien finaliza el contrato, porque se considera una baja voluntaria. Lo anterior hace que pierdas el derecho a la indemnización y la empresa queda libre de sus obligaciones.
Los detalles particulares de esta modalidad pueden variar de acuerdo con el país. En España, por ejemplo, las instituciones deben ofrecer al trabajador una indemnización de 20 días.
- Debe ser así para una amortización simple (finalización del contrato por parte de la empresa).
- También es necesario para una cobertura de plaza (en caso de que llegue un trabajador calificado a ocupar la plaza vacante).
El tiempo de indemnización puede aumentar, disminuir o incluso suprimirse según el caso individual que se trate.
La igualdad de beneficios entre trabajadores fijos e indefinidos no fijos ha ido en aumento en los últimos años. Tienen derecho a la promoción profesional. También se les posibilita la obtención de la plaza fija, si pasado un tiempo demuestran su idoneidad para ello. Se les adjudica el derecho a presentarse en los procesos de selección de candidatos para la ocupación de una plaza.
No pueden obviarse otras regulaciones como la Directiva 1999/70 sobre empleos de duración determinada. Ellas establecen que no haya discriminación entre los trabajadores fijos y no fijos.
Beneficios para las empresas
Las empresas pueden, asimismo, salir beneficiadas con los contratos indefinidos no fijos. Observan el desempeño de los trabajadores. Entonces determinan, al cabo de un tiempo prudencial, si tienen los conocimientos y habilidades suficientes para la plaza.
Luego tendrían elementos para valorar la conveniencia de dejarlos como indefinidos no fijos, asentarlos en una plaza fija o despedirlos. También tienen ventajas respecto a cuestiones de seguridad social. Se ahorran más deberes y dinero que si contratan de forma fija.
La situación de los contratos indefinidos no fijos, en la actualidad, es de inseguridad jurídica. Habiendo nacido de irregularidades, pareciera que se alimenta de ellas. Ello es así al punto de no haber una única normativa que los rija.
El sistema ha provocado tantos debates como críticas. Algunas preocupaciones se dirigen al abuso del trabajador en que estos puedan desembocar. También se manifiestan otra inquietud:
- la imparcialidad, o la falta de esta, al aplicar las ya de por sí diversas y cambiantes leyes.
Lo cierto es que semejantes contratos han ido e irán en aumento, y por tanto, es necesario conocerlos.